La seguridad de tu hij@ adolescente en el vínculo contigo, no se construye en una relación sin conflictos, sin discusiones, sin momentos de distancia y tensión (lo que de real tiene poco). Y es que, en un marco de buen trato y alternadas con momentos de armonía y conexión, las relaciones con l@s hij@s adolescentes SON con diferencias, SON con conflictos, SON con conversaciones difíciles. La seguridad entonces, se construye entre otras cosas, en la confianza en que ante esas discusiones, mis papás actuarán activamente (valga la redundancia) para retomar la relación y la comunicación; intencionarán las conversaciones necesarias, actuarán para reparar, en fin.
Y esto, es finalmente la confianza, en que esas tensiones no romperán la relación, que el vinculo es tan fuerte que no se fragiliza por ellas, que mis papás me siguen amando DURANTE Y A PESAR del conflicto y que, cuando haya quiebres, actuarán sí o sí, para REPARAR y reconectar conmigo y que sabrán hacerlo.
Te lo cuento porque sé como psicóloga, pero también como mamá, que muchas veces, cuando criamos adolescentes y en la vorágine de la vida, es necesario este recordatorio, para volver a poner nuestras energías en el lugar más amoroso y más seguro para nuestr@s adolescentes y para nosotros mismos.