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-Sientes que con la llegada de la adolescencia de tu hij@, se han tensionado las relaciones dentro de tu familia y la convivencia se ha vuelto muy estresante.

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-Te cuesta entender qué le pasa a tu hij@, qué siente, sus reacciones, los cambios en la relación contigo, etc....son tantos cambios que incluso has sentido que no l@ conoces, te confundes y preocupas.

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-Tienen dificultades para comunicarse y esto l@s lleva a constantes discusiones y peleas, lo que te estresa mucho y sientes impotencia, frustración. 

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-Esas discusiones fácilmente escalan a mayores y no sabes cómo evitarlo, las emociones (probablemente rabia, frustración y miedo), empiezan a tomar el control de ustedes, la situación se les va de las manos y sientes que cada uno hace exactamente lo contrario a lo que debería, para dialogar y llegar a algún tipo de acuerdo.

-O ves que tu  hij@ levanta una especie de muro a su alrededor y no te escucha, ni comunica lo que siente y piensa. Y si lo hace, son sólo monosílabos.

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-Te asustan los riesgos que aparecen en la adolescencia y, cuando intentas hablar de estos temas con tu hij@ y establecer límites, sientes que no te escucha y probablemente terminarán discutiendo, lo que además de enojarte, te angustia mucho más. 

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-Sientes miedo de que pase la adolescencia de tu hij@ y no logren conectar, que tenga problemas de salud mental o que tu hij@ viva alguna situación difícil y no puedas ayudarle por la distancia emocional que tienen.

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-Sientes que esta etapa está siendo demasiado estresante para ti, afectando incluso otras áreas de tu vida como el trabajo, la calidad de tu sueño y la armonía y bienestar del resto de la familia.

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...y bueno, no sabes cómo salir de este loop que parece eterno...